Ya cumpliste 15 años Emilio mi amor. 15 años de los que al menos 13 han sido de una profunda , terrible y hermosa mezcla de dolor y esperanza , de fe y desesperación. A veces, como hoy, cuando pierdes el control y tu furia cae a golpes sobre mí es como si jamás, jamás pudieramos ser felices.... pero al igual como los terremotos parecieran barrer con todo, nunca falta el rayo de sol. la flor entre los escombros, la broma entre los sobrevivientes... y tus lágrimas y las mías se funden en promesas de un mañana mejor. Tengo una familia, por cierto una hermosa familia. Mis 4 hijos y yo. Somos nosotros, unidos , quienes podemos doblarle la mano a la enfermedad, a la incomprensión, al absurdo de este amor que se vive con violencia pero no con odio. Tengo tendencia a creer que no tengo derecho a la felicidad. Y cuando tus golpes , cada vez más raros , se encargan de quitarme el piso, me aferro al sol, a las flores, al cielo y al amor, el amor más puro, el amor sin apellidos, a la entrega sin reserva, a la generosidad humana que de alguna manera he tenido la fortuna de experimentar. Ojalá Emilio, no existan más golpes. Ojalá tus hermanas cultiven la paciencia . Ojalá tu hermano siga adelante en su camino de superación constante y tolerancia. Nos queremos. Siento el amor de mis hijos como algo palpable y absoluto.
Quiero ser feliz. Y a veces siento que en verdad lo soy.
Contigo mi Emilio que tanto me has enseñado y que tanto también, me has hecho sufrir.
Porqué , porqué , la conexión al dolor parece ser más aceptada que la conexión al gozo?
Yo quiero dejar de "ser" dolor. Quiero amar. Quiero que tengas una madre feliz. Dame la oportunidad de dártela.
