Tuesday, September 06, 2011

familias

Aunque se me tache de exhibicionista, no me gusta eso de andar ventilando mis sentimientos en público de cuerpo presente. Y eso me inhibe un poco a la hora de ir a las reuniones de apoderados con el psicólogo del colegio de Emilio que hace una especie de coaching emocional grupal. Sin embargo, algo me han aportado esas reuniones, a pesar de mis inhibiciones y es el observar a otras familias que viven el mismo drama que la mía entendiendo que la discapacidad pueda realmente considerarse como tal. Y descubrir como funcionan estas otras familias, tan distintas a la mía. Y reconocer que lo hacen mejor, mucho mejor que nosotros, porque son más equipo, más unidos, más participativos, más involucrados todos y cada uno. Y a partir de esa observación , hacerme un autocrítica fundamental: quizás por culpa, quizás por voluntarismo, querer hacerlo todo y no " sobrecargar" a los otros miembros de la familia ha sido un error, que creo aún puede arreglarse. Eso hemos conversado con mis otros hijos y estamos todos de acuerdo. A ver si se puede.